La educación deportiva en el periodo de formación me parece fundamental y muchas veces pasa desapercibida o no se le da la relevancia que tiene.
La educación deportiva es el mejor legado que puede aportar cualquier actividad deportiva a nivel personal a cualquier deportista. Todo lo que aprendamos en este sentido nos preparará mejor para nuestro futuro y nos acompañará en nuestra vida.
Tanto en el entrenamiento como en la competición vamos a comentar algunos de los aspectos que nos parecen claves para la correcta educación deportiva de niñ@s y jóvenes, y que aportarán riqueza al deportista adulto.
Muchos de los aspectos que vamos a comentar son de sobra conocidos, de todas formas que se conozcan no significa que entendamos su trascendencia y para qué sirven cada uno de ellos más allá de la percepción de que son necesarios.
- La importancia del calentamiento, además de acondicionar el cuerpo para el esfuerzo que va a soportar, el calentamiento nos ayuda a tener buenas sensaciones y confianza para la actividad física que vamos a realizar, con lo cual se convierte en un elemento fundamental para el deportista y el equipo. Un tiempo necesario para relacionarse, apoyarse y prepararse para el entrenamiento o la competición que son situaciones potencialmente estresantes e implican una dificultad a los deportistas.
- Un elemento menos conocido que ocupa el tiempo inmediatamente anterior a la actividad deportiva y continua durante el calentamiento, es la predisposición y la mentalización para la actividad que vamos a hacer: l@s deportistas deben aprender a que ese tiempo les ayuda a estar preparados para competir al mejor nivel. Los entrenadores debemos aportar espacios adecuados y tiempos adecuados para que l@s deportistas vayan aprendiendo a afrontar de la manera correcta y con la mentalización adecuada para enfrentarse en las condiciones ideales a nivel mental al entrenamiento y la competición. Las madres, los padres o l@s acompañantes debemos estar cercanos a l@s deportistas, adaptándonos a sus necesidades ya que cada deportista tiene unas necesidades específicas y l@s acompañantes debemos reconocer como se siente cómodo dependiendo de las diferentes situaciones, adaptando su comportamiento a las necesidades del deportista. No necesitamos hacer nada excepcional cuando acompañamos a un deportista, con mostrarnos cercanos, predispuestos a ayudarlo en lo que nos demande y respetando sus tiempos, sus rutinas y sus silencios, estaremos contribuyendo a su bienestar.
Los entrenadores y los psicólogos deportivos debemos ayudar a l@s deportistas a aprender a dedicar tiempo a su preparación física y mental para poder disfrutar de todas sus capacidades físicas, técnicas, tácticas y mentales para obtener su máximo rendimiento cada día en el entrenamiento y la competición.