BALONCESTO

La emoción por este deporte no me ha abandonado desde que cogí por primera vez un balón de baloncesto, allá por 1984, para jugar mi primer partido.

Tres años después hacía mis pinitos como monitor de un grupo de niños junto a un compañero del equipo, Juan Sánchez. Ser responsable de la ilusión de esos niños hizo crecer aún más mi ilusión, mis ganas y mi interés por aprender más baloncesto. Saber que ellos aprendían lo que nosotros les pudiésemos enseñar fue el mayor estímulo para dedicar muchas horas a formarnos, hablar de baloncesto y compartir experiencias con nuestros compañeros. Y todo esto se convirtió en un hábito que perdura hasta el día de hoy.

La progresión de los niños era el motor de nuestro aprendizaje: también nosotros aprendíamos, buscábamos como utilizar lo aprendido y lo aplicábamos. Con un método propio, acertando unas veces y equivocándonos otras, nos íbamos convirtiendo poco a poco de unos jóvenes jugadores en unos monitores imberbes de Baloncesto.

Recuerdo esta época con mucha claridad y orgullo. Estoy seguro de que aquel aprendizaje, intuitivo en ocasiones, replicando en otras lo que veíamos, empapándonos de las enseñanzas de los profesores de los cursos, y sobre todo compartiendo lo que ya sabíamos, nuestras dudas y nuestras inquietudes con personas del mismo ámbito, fue lo que más nos hizo crecer como entrenadores.

Recordar claramente esta etapa me impulsa a continuar desarrollando todo lo que me ayudó a mejorar entonces,  y a tener conciencia de que las personas que me rodeaban en aquellos años fueron determinantes.

Seguir aprendiendo cada día es nuestra decisión, conseguirlo sólo depende de nosotros.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s