LA FUERZA DE COMBINAR COACHING Y PSICOLOGÍA DEL DEPORTE

La oportunidad de trabajar con deportistas jóvenes de alto rendimiento, me ha llevado a iniciar esta reflexión sobre la fuerza de combinar Coaching y Psicología del Deporte.

Cuando el Prof. Dr. Joaquín Dosil nos formaba en la Certificación en Coaching Deportivo, nos advertía de la dificultad que teníamos los psicólogos para realizar bien Coaching. Al llevar a cabo mi rol de psicólogo-coach deportivo esta dificultad,  me atrevería a decir, se agravaba con mi rol de entrenador, acostumbrado a dar respuesta y aportar soluciones a los deportistas; de repente se abre un camino donde tienes que ayudar a la otra persona a que encuentre esas respuestas y su propio camino.

Esta advertencia se convirtió en un estímulo para esforzarme mucho más en el difícil arte de la neutralidad a la hora de recoger la información sin interpretarla y de hacer preguntas que no dirijan a posibles soluciones que serían buenas para mi.

Lo que también nos comentó nuestro instructor sobre la herramienta del Coaching, era la posibilidad, cuando ya domináramos en profundidad la técnica del Coaching, de que los que éramos psicólogos integrásemos el Coaching como una herramienta más de la Psicología del Deporte para ayudar a nuestros deportistas.

Seguido este proceso formativo, nos pusimos a integrar esta herramienta en nuestra labor con los deportistas, descubriendo que facilita mucho la intervención para ayudar a establecer objetivos y contribuye a la mejora de nuestros deportistas.

En concreto, voy a señalar cinco puntos a donde he llegado en las intervenciones y explicar el por qué de la fuerza de combinar Coaching y Psicología del Deporte:

1ª. Toda intervención o acompañamiento parte del establecimiento de un motivo o un objetivo por parte del cliente o coachee. La utilización del Coaching, en la primera sesión, nos ayuda a centrar mejor el motivo real. La calidad de la recogida de la información, la neutralidad y la naturalidad del proceso de Coaching en esta primera sesión son fundamentales; dándose  en ocasiones el cambio del objetivo que el deportista creía que era su motivo principal. La sesión ayuda a reformularlo, concretarlo y clarificarlo en un objetivo más sólido.

2ª. Marcando, según lo aportado en el punto anterior, como muy apropiado en la primera sesión de intervención hacer Coaching 100%, razonándolo en la calidad de la recogida de información y análisis de la situación que nos aporta la neutralidad del Coaching. Creo que no debemos obviar que la Psicología del Deporte tiene herramientas muy adecuadas para el trabajo mental con los deportistas y que debemos integrarlas para ayudar a nuestros deportistas a alcanzar el máximo rendimiento.

3ª.  Otro elemento que favorece la combinación del Coaching y la Psicología del Deporte, es la urgencia temporal a la que están sometidos los deportistas, tanto en su rendimiento como en sus resultados. Los deportistas necesitan herramientas que potencien su rendimiento en periodos cortos y concretos de tiempo. Algunas de estas demandas nos llevarían mucho más tiempo. Utilizando el Coaching para provocar esa mejora y en el mundo del deporte este tiempo no siempre es un elemento que sobre. En estas ocasiones debemos utilizar el Coaching en un tanto % más bajo, utilizar la herramienta en relación a estas preguntas potentes y desde la neutralidad, combinándola con otras herramientas de la Psicología del Deporte, que le aporten al deportistas soluciones a sus necesidades y le faciliten alcanzar su máximo rendimiento en su día a día y en la competición. Utilizando en sesiones otras herramientas de la Psicología del Deporte  para lograr una mejor preparación y un avance más rápido, que posibiliten que el deportistas asuma sus retos y objetivos.

4ª. La experiencia con deportistas estableciendo sus objetivos, con el diseño de tareas y la construcción de estrategias a seguir en el entrenamiento y la competición, nos ha revelado la importancia de realizar un trabajo coordinado con el entrenador. El uso del Coaching con el entrenador es una herramienta fantástica, ya que le ayuda a él y nos ayuda a nosotros a tener una visión más clara de la realidad deportiva del deportista, del entrenamiento y las rutinas que los deportistas utilizan en la competición. Al entrenador le ayudará a reflexionar sobre el deportista y a encontrar el camino más correcto para contribuir a potenciar el rendimiento de su deportista. Además, ayuda a integrar los objetivos del deportista con los del entrenador y a que colaboren de una manera más consciente y eficiente en la persecución de su objetivo común.

5ª. En nuestro trabajo, hemos encontrado un momento donde el Coaching 100% es especialmente interesante: el análisis post-competición. El Coaching ayuda a sacar conclusiones más completas, objetivas y valiosas para el coachee. La neutralidad, de nuevo, favorece al análisis centrado en el deportista, en sus conductas, sus percepciones, sus pensamientos, sus emociones y sus sentimientos durante la competición; evitando juicios de valor que puedan condicionar esa reflexión. Las conclusiones a las que se llegan son más realistas, más propias y ayudan a avanzar, fruto de un análisis detallado entre objetivos de rendimiento y de resultado que hubiese planteado para esa competición. La reflexión personal del deportista, ayudada y potenciada por el acompañamiento del coach, va a posibilitar un aprendizaje significativo, la preparación del deportista para optimizar su rendimiento en el entrenamiento y en la próxima competición.

Resumiendo, realizar una sesión inicial de Coaching 100% donde concretar y establecer el objetivo, recogería la información necesaria, para evaluar la urgencia temporal del deportista y diseñar el tipo de programa que más le ayude teniendo en cuenta estos aspectos.

Para un deportista que no tenga urgencia temporal y que disponga de tiempo para ir trabajando, utilizaríamos el Coaching para apoyar que se sienta dominador de su camino. El coach acompañará durante el proceso de Coaching, contribuyendo en ocasiones con otras herramientas de la Psicología del Deporte que sirvan para potenciar al deportistas en aspectos concretos donde esa herramienta es la adecuada.

Para los deportistas con urgencia temporal (que suele ser un caso bastante típico en el trabajo del psicólogo-coach deportivo) nuestro programa debería estar apoyado fundamentalmente en herramientas concretas de la psicología del deporte, utilizando el Coaching en las fases de evaluación o para sondear situaciones que no tiene claras el deportista.

Por otro lado, aunque exista urgencia temporal, debemos respetar si un cliente quiere trabajar sólo desde la herramienta del Coaching. En cualquier caso, debemos realizar una labor pedagógica con el deportista que le permita entender claramente cuándo, por qué y para qué estamos utilizando cada herramienta y que le permita distinguir entre Coaching, control del pensamiento, relajación, etc.

Desde nuestra experiencia creemos que las sesiones de Coaching son muy adecuadas para analizar la pre-competición y la post-competición, ya que aporta un buen aprendizaje y ayudan al mejor autoconocimiento del deportista.

Seguiremos trabajando combinando y optimizando las herramientas que, como psicólogo-coach deportivos, tenemos en nuestras manos, buscando un camino seguro hacia nuestros objetivos que siempre serán potenciar y elevar el rendimiento de nuestros deportistas al máximo.

Disfrutando de cada día, de cada proceso de intervención, ya que, como escribió Cervantes, “el viaje es mejor que el destino”.

Rubén Domínguez

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