Orgullo de entrenador

Hace ya algunos años de mi primera fase de ascenso como entrenador en Ciudad de la Laguna, con el INELGA B.B.C. en la Liga EBA.

Después de varias experiencias más, Rivas, Play-Off de Ascenso en Breogán, ir camino de ello en Ourense y esta última con el Kemegal Cortegada, he reflexionado sobre qué tienen en común estas citas y me he dado cuenta de que comparten muchas similitudes.

Lo primero, la aceptación de todos de un mismo objetivo, a veces incluso muy ambicioso y retador.

La segunda coincidencia, un grupo unido, cohesionado, que se tolera y se respeta dentro y fuera de la pista.

La tercera, mucha ilusión, mucho trabajo y jugador@s con ganas de mejorar cada día.

La cuarta, un entorno que comparte el objetivo y que empuja a l@s deportistas en las duras y las maduras.

La quinta, directivos que dirigen con paciencia y criterio, apoyando y transmitiendo tranquilidad sobre todo en los momentos difíciles.

Podría añadir alguna más, aunque no lo haré.

Las personas son la clave y en eso puedo decir que esta última experiencia con el Kemegal Cortegada está llena de talento.

Algunas jóvenes como Sofía, Lorena y Antía, en cuyos ojos se puede ver brillar la ilusión de estar donde soñaban de pequeñas, junto a la jugadora que has emulado tantas veces y que posiblemente sea en gran parte culpable de que hayas llegado hasta aquí.

Otras como Miriam, también joven, que me acompaña desde que llegué al club y que es ejemplo de trabajo, persistencia y progreso. Incansable, constante y siempre dispuesta a aprender, de esas personas que buscan absorber todo lo que pueden de cada momento.

Están también las que llegaron y ya son de casa, Salomé y Amy, con periodos de ida y vuelta, para ver otros lugares que te ayudan a crecer y saber valorar lo bueno que tiene este club. La identificación con un proyecto es fundamental y ellas ayudan a que las recién llegadas entiendan la historia y la identidad del Cortegada, que son tan importantes a su vez para que los aficionados se sientan atraídos por lo que trasmite su equipo.

Esas mismas recién llegadas, Belén, Vi y Bibi, ejemplo de adaptación, capacidad de encajar en el puzzle y de entender que la mejor manera de hacerlo es ayudando al equipo en aquello que necesita. Ejemplo de cómo asumir un rol, aceptarlo y ser productiva desde el mismo, sin perder su identidad de jugador.

Y por último, la capitana, la persona que visualizó en septiembre del 2016 que este equipo tenía algo especial, que podía ser ambicioso y que debía serlo. Si alguien es esencia del espíritu Cortegada es nuestra capitana, Sara Gómez. Hoy ejemplo para todos de cómo ser jugadora de este club y un modelo a seguir para niños y niñas de nuestra cantera.

Personas especiales apoyadas en el cuerpo técnico, acompañado de nuestro inseparable Antolin y de la omnipresente Nuria, de nuestros alumnos de prácticas de la Universidad de Vigo, Diego y Borja, que vinieron por un mes y nunca más se fueron.

Todos ellos me han empujado a pensar qué tienen esos equipos que cuando acaba la temporada te sientes orgulloso de ellos. Tienen personas, buenas personas, que entienden que forman parte de un grupo, que le dan vida y que están dispuestos a compartir la suya con otras personas que adoran lo mismo que ellos, el BALONCESTO.

Gracias a todos los que habéis formado parte de esta aventura KEMEGAL CORTEGADA 2016-17.

Simplemente, ORGULLOSO.